Desde hace tiempo existen sistemas de Revenue Management que se dedican a realizar cálculos y previsiones de los cuales se puede obtener conclusiones, realizando acciones de forma automática. ¿Pero dónde queda el aspecto subjetivo de la toma de decisiones?
Qué producto ofrecer, en qué canal, en qué momento y a qué precio es el resultado del análisis de diversos elementos internos (proyecciones de ventas, revpar previsto, fechas de alta demanda, etcétera) y otros muchos externos (precios Vs la competencia, margen de la competencia, situación de mercado…).
A partir de aquí la pregunta es hasta que punto se puede automatizar un proceso de revenue management, ¿Se basan todas las decisiones en elementos objetivos que se pueden calcular? Es cierto que es importante un adecuado análisis cuando ciertos elementos de una ecuación son desconocidos y se tienen que estimar, pero si se conocen todos los factores ¿podemos dejar que un algoritmo perfecto tome la decisión correcta y apropiada?
Sin duda el instinto y visión de un buen profesional suele ser el elemento difernciador, y éste es un factor diferencial y un valor añadido que no debemos olvidar ni subestimar en ningún caso.