Tanto las casas rurales, como los hoteles, se encuentran bajo una continua presión para obtener mejores resultados , intentando maximizar la ocupación y los beneficios frente a una demanda realmente imprevisible en estos tiempos que corren. Aquí os presento un resumen de las reflexiones más destacadas de los últimos meses.
Un adecuado análisis de la fijación de precios: No hace falta recordar que una adecuada política de precios es básica para la rentabilidad de un hotel o casa rural. Sin embargo, mientras que las decisiones de fijación de precios puede parecer simples a primera vista, son en realidad una tarea compleja y no exenta de riesgos importantes.
Una clara estrategia de precios: La clave del éxito de una estrategia de precios competitiva es reducir al mínimo las desviaciones y asegurar una estructura lógica que permita al personal de la organización, así como a los clientes, su comprensión. No debemos subestimar la importancia de la transparencia y el sentido común de nuestra tarifas.
Fijación de precios dinámica: La demanda cambia constantemente, puede aumentar o disminuir y sería conveniente avanzar, si no disponemos ya de ella, de la llamara tarifa del día o BAR. Un tarifa totalmente dinámica y viva que responda a la demanda. Hay una serie de factores que deben tenerse en cuenta para determinar la mejor manera de poner en práctica estrategias de precios dinámicos. El posicionamiento de los productos clave, los segmentos clave del mercado, es un aspecto vital de la fijación dinámica de precios.
Atención a los grandes descuentos: Hay hoteles y casas rurales con gran demanda y que pueden realizar una política de precios mucho más precisa y planificada, pero frente a estos algunos hoteleros se enfrentan con menores tasas de ocupación pudiéndose sentirse inclinados a ofrecer descuentos a corto plazo para atraer clientes. Es importante matizar los descuentos agresivos para ayudar a estimular la demanda pero pueden tener graves consecuencias a largo plazo.
Mantener los niveles de servicio y un enfoque de marca fuerte: Con el fin de luchar contra la tendencia de centrarnos excesivamente en el precio, los hoteles deben mantener los niveles de servicio y un enfoque de marca fuerte. Cada cliente que entra por la puerta de tu hotel o casa rural tiene que percibir lo que hace que sea diferente y especial, y lo que convierte tu marca en única. Según mi opinión lo peor que puede hacer un hotelero o propietario de casa rural en tiempos de alta competencia es ofrecer un descuento a corto plazo para obtener una ventaja sobre un competidor y luego reducir servicios (para ayudar a adaptarse a la reducción de precios) que diferencian a la propiedad de los competidores.