Esta es la historia del pasado y el presente de tu marca y tu cliente.
El pasado: Eres mi razón de ser, pero no te conozco. Intento averiguar qué te gusta y qué te disgusta de mí, pero los intermediarios que nos separan me dan una imagen parcial de ti. Intento responder a tus deseos, necesidades, sueños, pero estoy lejos de ti. Tengo dificultades para conocerte, para estar a tu lado, escucharte, averiguar qué piensas y sientes sobre mí y sobre aquello que te ofrezco. Soy la marca, eres el cliente.
El futuro: Puedo hablar contigo y me contestas, podemos hacer planes juntos, construir nuevos productos gracias a tus aportaciones e ideas…podemos valorar tus opiniones aquí y ahora, podemos hacer tantas cosas juntos que hay que ordenarlas, porque ahora sé que es una oportunidad que no debo desaprovecha. Quiero tener un plan para saber qué decir, cómo, dónde, cuándo y cómo hacer todo aquello para que tú seas más feliz y yo más rentable. Soy la marca, eres el cliente.